La Batalla de las Flores es la fiesta popular más importante de la localidad cántabra de Laredo. Tiene lugar el último viernes de agosto cada año y está declarada como Fiesta de Interés Turístico desde 1965 y Fiesta de Interés Turístico Nacional desde 2011. Un impresionante desfile de carrozas adornadas con miles de flores y pétalos naturales formando diferentes diseños. Tras el desfile, el jurado emite una clasificación, eligiendo a una de estas carrozas como ganadora. Pero además, a lo largo del día de organizan mercadillos callejeros, y diversas bandas y charangas tocan sus canciones por toda la ciudad, finalizando la jornada con un gran espectáculo de fuegos artificiales sobre la bahía en al que se ubica el municipio.

Aunque se trata de un evento que se celebra en un sólo día, el de la celebración del desfile, lo cierto es que la preparación de la Batalla de las Flores se extiende durante varios meses antes. Y es que son los propios vecinos de la localidad los que cultivan las flores que decoran las carrozas, las cuidan y las recogen. Pero además, el proceso de diseño, concepción, elaboración y rematado de las carrozas de va desarrollando a lo largo de los meses de verano.

Batalla de las Flores

Un proceso que tiene su punto más álgido durante la noche mágica. Durante esa noche y hasta el momento de pasar a formar parte del desfile, los carrocistas van terminando de formar las figuras y ensamblar el conjunto con miles de flores y pétalos, en una verdadera carrera a contrareloj. Docenas de personas se encargan, en cada carroza, de fijarlas a las figuras, Antiguamente se pegaban con pez, pero ahora se sujetan con clavos y palillos de madera. Los pétalos se reservan para elementos delicados como los rostros por ejemplo, siendo pegados con una cola expresamente fabricada para este fin hecha a base de harina y agua.

De esta forma, cada año el último viernes de agosto, el milagro vuelve a obrarse, y a la llamada de los cohetes entre 12 y 24 carrozas totalmente cubiertas de flores naturales entran en el desfile rodeadas de una masa de espectadores tanto de la propia localidad como de otras regiones de España para asistir a un espectáculo único.

Las flores como protagonistas

Como no podía ser de otra manera, en este evento las flores se convierten en las auténticas protagonistas. Factor fundamental y distintivo de la Batalla. Éstas deben cubrir la mayor parte de la superficie de las carrozas, siendo la técnica del «clavado» y la distribución de los colores los factores que más tiene en cuenta el jurado a la hora de valorar cada una de las creaciones. En su origen las flores más utilizadas fueron las margaritas y los crisantemos, pero en la actualidad también se han añadido las dalias, los claveles, los clavelones y la margarita teñida.

El circuito

El desfile se desarrolla, desde 1978, alrededor de la Alameda Miramar, donde se unen las calles Marqués de Comillas, Comandante Villar y López Seña. Antiguamente se realizaba en la Avenida Menéndez Pelayo o Calle del Paseo, pero se llevó a cabo este cambio para mejorar la capacidad de movimiento de las carrozas, ya que su creciente tamaño, empezó a producir dificultades de maniobrabilidad, especialmente cuando las carrozas se cruzaban. Pero además, de esta forma se ofrece una mejor visibilidad a los espectadores del desfile y estos pueden estar más cómodos, ya que durante estos días son muchos los que llegan para disfrutar del evento.

El desfile consiste en tres vueltas completas al circuito. Las dos primeras para que las carrozas sean valoradas por el jurado, y la tercera para poder recoger el premio y desfilar con él. Además de otorgar un premio a la mejor carroza, también se premia a los vestidos de las personas que van encima de ellas, repartiéndose tres galardones.

¿Qué valora el jurado?

  • La presentación: se tiene en cuenta tanto el tamaño como su volumen, evaluando la forma de llevar a cabo la creación, modelado y al combinación de las diferentes piezas y partes de la carroza, así como su complejidad y montaje.
  • El arte: se valora el conjunto general de la carroza, su belleza, su composición y su aspecto a la vista, así como la calidad del diseño, su originalidad y el tratamiento que se da al tema elegido.
  • La Flor: se tiene en cuenta la perfección en el clavado de la flor y cómo se ha llevado a cabo el pegado de los pétalos, valorando también el colorido de la obra.
  • Cantidad de flor: se valora la cantidad de flor que cubre a la carroza en proporción al tamaño de la misma.

El día de la Batalla

La Batalla de las Flores y todos sus preparativos tienen lugar la noche del jueves, la que se conoce como «la noche mágica». Es cuando las cuadrillas se afanan por montar, rematar y decorar las carrozas, mientras cientos de personas pasean por la localidad para ir viendo como las alegorías van tomando forma a la luz de los focos, creándose un ambiente realmente mágico.

La mañana del viernes, se arranca con la apertura del mercadillo que se instala en la Avenida de José Antonio. Es entonces cuando Laredo se impregna de la música de las bandas, peñas y charangas. Al llegar las cinco y media de la tarde, un estallido de pólvora da comienzo al desfile. Las carrozas entran en el circuito, arrastradas y empujadas por las mismas personas que las han estado rematando toda la noche. Acompañados por carros de caballos, peñas, bandas de música y grupos de bailarines, entre un mar de serpentinas y confetis lanzados por el público que llena las avenidas de los alrededores.

Tras la entrega de premios, la jornada se completa con las verbenas, conciertos y un espectáculo de fuegos artificiales a las 12 de la noche que iluminan toda la bahía, frente a la extensa playa.

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