En menos de un mes estaremos en San Valentín, ese momento tan especial del año en el que todo se viste de rojo y en el que todas las parejas aprovechan para demostrarse su amor. El 14 de febrero es la celebración más romántica de todo el año, marcada a fuego en el calendario para muchas personas que tienen la suerte de estar enamoradas. Una oportunidad perfecta para expresar lo que sentimos.

Es cierto que cualquier día del año debería ser ideal para hacerlo, pero San Valentín nos pone la excusa ideal para que al menos un día al año nos pongamos un poquito pastelosos y dejemos atrás la vergüenza. Y lo mejor de todo es que ni siquiera es necesario decirlo con palabras o con gestos, sino que podemos hacerlo a través de un bonito ramo de flores a domicilio, que tienen su propio lenguaje.

Las flores son una manifestación de la naturaleza que, además de ser muy especiales por la belleza que las caracteriza, también lo son por los diferentes significados que llevan implícitos en función del tipo de flor. Una forma silenciosa y sofisticada de transmitir muchas cosas sin necesidad de decir una sola palabra. Una auténtica declaración de intenciones para decirle a esa persona lo mucho que la quieres de la forma más verdadera que existe.

Si aún no estás plenamente convencido de que las flores son el mejor regalo para San Valentín, a continuación te damos algunas buenas razones para ello. Motivos para que disfrutes de la fiesta del amor por excelencia con las verdaderas seductoras del mundo vegetal.

flores para San Valentín

Por qué regalar flores para San Valentín

  1. Las flores siguen siendo tendencia

aunque regalar flores para San Valentín ha sido algo recurrente a lo largo del siglo XX, en España, en los últimos años, las flores han ido quedando relegadas a un segundo plano en favor de el boom de la tecnología. Eso sí, parece que las flores vuelven a ser tendencia el 14 de febrero.

Hoy en día, no es habitual encontrarse con el típico enamorado o enamorada llevando un gran ramo de rosas rojas por la calle. Con un aspecto mucho más discreto, los nuevos regalos florales presentan nuevos diseños como pequeños centros decó, ramos portables en cajas de ensueño… Más discretos pero muy elegantes. Este sentido, las rosas liofilizadas juegan un papel protagonista. Una forma de prolongar el ciclo de vida de un obsequio que, hasta no hace mucho, tenía los días contados.

  1. Siempre es algo positivo

Aunque pueda parecer muy típico, lo cierto es que siempre que alguien decide regalar flores lo hace con una intención positiva. Es más, para muchas personas regalarlas es prácticamente una garantía de solucionar un mal momento o al menos de intentar allanar el camino para poder arreglar las cosas.

Por eso, regalar flores siempre supone una verdadera experiencia. Sujetar un ramo de flores, una planta o un arreglo floral de cualquier tipo entre nuestras manos deja siempre un bonito recuerdo. Una experiencia en la que el mimo de su elaboración, los detalles o incluso el tipo de envoltorio expresan parte de lo que el que regala quiere hacernos sentir. Con lo cual, las flores no sólo son ideales por su belleza y su fragancia, sino también porque crean preciosos recuerdos difíciles de olvidar.

  1. Implican emociones

A diferencia de otros regalos, las flores no solamente son un obsequio material para tener un bonito gesto con alguien. Y es que el mero hecho de regalarlas ya va cargado de un gran abanico de emociones y sentimientos. Ideales para decirle a alguien que le quieres, pero también para mostrar admiración, apoyo personal en un momento complicado o sencillamente el deseo de sorprender o impresionar sin que haya ningún motivo especial para ello.

  1. Expresan cualquier tipo de mensaje

¿Sabías que en la época victoriana todo el mundo conocía perfectamente el lenguaje de los colores y las formas de las flores y que se usaban para comunicar distintos mensajes? Hoy, este lenguaje se ha ido perdiendo, pero lo cierto es que las flores siguen contando con su propio simbolismo, ayudándonos a expresar lo que, tal vez, no podemos hacer de la misma forma con palabras.

En función del tipo de flor y el color que elijamos, podemos transmitir muchas cosas distintas. En el día de San Valentín, regalar rosas rojas suele ser la opción preferida, pero podemos elegirlas también en color rosa o blanco para expresar diferentes emociones.

  1. Pueden regalarse de muchas formas

Aunque muchos se decantan por el típico ramo de rosas para San Valentín, lo cierto es que hay muchas otras formas de regalar flores. Por ejemplo, podemos escoger un bonito cesto de plantas si la destinataria es amante de la jardinería o de la decoración. Con la ventaja de que este tipo de regalos, además de durar más tiempo, harán que esa persona se acuerde de ti cada vez que lo mire.

 

 

 

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