Cada verano cuando llegan las vacaciones, empezamos a preocuparnos por no saber qué hacer con las plantas de neustro jardín o de nuestra terraza cuando nos marchemos. Si no tienes ningún familiar o amigo que puede ir a regarlas, lo más probable es que cuando vuelvas estén mustias o, peor aún, que hayan muerto. Y si tienes césped, acabarán saliendo manchas amarillas y se secará.

Si tienes un jardín, la mejor opción es instalar un sistema de riego automático programado, ya sea mediante difusores o por goteo. De esta forma, podrás marcharte tranquilo a disfrutar de tus vacaciones. Pero, ¿qué pasa si tenemos plantas en nuestro balcón o terraza? Afortunadamente, hay glunos métodos de riego alternativos, algunos caaseros y bastante ingeniosos, para poder regar tus plantas cuando te vas de vacaciones. De esta manera, no les faltará el agua en tu ausencia y cuando vuelvas te estarán esperando llenas de vida.

regar las plantas cuando te vas de vacaciones

Macetas autorriego

También conocidas como hidrojardineras, estas macetas son parecidas a las convencionales. La diferencia es que cuentan con un compartimento aislado en el fondo para almacenar agua, que se va suministrando de manera progresiva a la planta por el principio de capilaridad según lo que vaya necesitando. Lo importante es que sea lo suficientemente grande para que dure todo el tiempo que te vayas de vacaciones. Eso sí, tampoco lo llenes al tope o terminarás inundando la maceta. Además, es recomendable añadir una capa de gravilla en el fondo de la maceta antes de echar la tierra para que la humedad no se evapore tan rápido debido al calor.

Agua en gel

Se trata de agua gelificada que viene en bolsas de plástico o en vasitos. Al ir deshaciéndose van regando la planta, manteniendo el sustrato hidratado. Únicamente tienes que colocar el gel boca abajo en contacto con la tierra. Por lo general, suelen durar unas dos semanas, pero es mejor poner dos por planta para curarte en salud, sobre todo si son plantas grandes.

Conos de goteo

Un sistema sencillo y asequible que va liberando el agua poco a poco a la planta. Enroscamos una botella de plástico en la parte superior del cono y, al estar hechos de arcilla, son porosos, por lo que el agua se va liberando lentamente. Por ejemplo, con una botella de 2 litros, tendrás para regar unos 15 días aproximadamente, dependiendo del tipo de planta y de la temperatura.

Estos conos pueden comprarse en tiendas especializadas de jardinería y suelen venir marcados con un código de color que nos indica la porodsidad del material.

Truco de la botella de agua

Un clásico dentro de los trucos caseros para regar las plantas. Si no has tenido tiempo de comprar nada y vas a marcharte de vacaciones mañana o no quieres gastar dinero, puedes usar una botella de agua con un agujero de un milímetro en el tapón para que el agua vaya cayendo poco a poco. La botella debe colocarse boca abajo, de modo que las gotas vayan mojando la tierra. Si quieres que la cantidad de agua que salga sea menor, solamente tienes que poner un trocito de tela de algodón en la base del tapón antes de enroscarlo.

Riego por goteo

Este sistema es aconsejable solamente si tenemos jardín. Gracias a él, no solamente conseguiremos que nuestras plantas reciban el agua que necesitan, sino que además, estaremos optimizando el agua. El agua se infiltra en las raíces de las plantas, incrementando el rendimiento por unidad de superficie. Una de las mayores ventajas de este sistema es que no es necesario mucho caudal a baja presión, por lo que supone un gran ahorro de agua.

Dentro de ellos, podemos encontrar dos tipos de sistemas: los goteros autocompensantes, que proporcionan un caudal más o menos fijos dentro de unos márgenes de presión; os goteros regulables, que permiten determinar la cantidad de agua que queremos que salga; y los goteros autolimpiables, que son sensibles a las partículas solídas

Riego por aspersor

Este sistema también es recomendable para aquellas personas que tengan jardín en casa. Pero también se usa en parques y superficies de plantas. Aunque es pequeño, mantiene la humedad y consigue que las plantas se mantengan. Por norma general, suelen contar con un cabezal giratorio con ranuras para canalizar el agua y lograr que el riego sea uniforme.

Si te decides por este sistema, es aconsejable que instales un filtro que impida el paso de la arena y el barro. Además, se puede colocar un resorte para ocultar el aspersor, pero es importante que tengamos cuidado para no plastarlo o pisarlo.

Para evitar que las plantas se inunden y terminen pudriéndose, es importantr que regules el flujo del agua. Presta atención a la cantidad de agua que pase por la tubería y la presión de la misma, es decir, la fuerza que lleva.

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