Aunque todavía quedan varias semanas para que comience el verano, el tiempo va siendo cada vez más cálido y en poco tiempo nuestras plantas empezarán a resentirse. Los meses estivales son el mejor momento para disfrutar al aire libre en compañía de nuestros familiares y amigos. ¿Y qué mejor forma de hacerlo que en un jardín lleno de flores? En esta época la mejor alternativa son las plantas perennes pues muchas de ellas continúan floreciendo hasta bien entrado el otoño impregnando cada rincón con sus formas y colores. De hecho, los meses de sol son los más espectaculares para algunos de los ejemplares más llamativos que existen.

No obstante, a la hora de elegir tus flores para el verano, es muy importante tener en cuenta la ubicación y la orientación del jardín, así como las características climáticas de la zona, la temperatura media y la disponibilidad de agua para que tus plantas puedan crecer sin problemas. De esta forma, podrás disfrutar de tu jardín todo el año.

flores de verano

Caléndula

Esta flor nos deleita mientras se va abriendo hasta madurar en una explosión de belleza, creando capas de pétalos sobre sí misma. La caléndula es perfecta para esta época, ya que cuando el sol brilla con gran intensidad se protege, haciendo que los pétalos vayan tornándose hacia el centro de la flor. Además, sus colores llamativos como el rojo y el naranja son ideales para dar alegría a cualquier jardín en verano.

Girasol

No podemos hablar de las flores de verano sin hacer mención a los girasoles. Estas flores, además de proporcionar productos alimentarios, aportan un toque muy original a nuestro jardín son sus altos tallos y sus llamativas flores. A esta planta le encanta el sol, de ahí su nombre. Y es que cuando el sol se va moviendo a lo largo del día, la flor le sigue de cerca para conseguir la mayor cantidad de rayos posible. ¡Nada mejor que unos bonitos girasoles para darnos los buenos días cada mañana!

Crisantemo

Esta planta de origen asiático es una de las más populares en los jardines en los meses estivales. Y es que sus diferentes tonos y sus vibrantes y variados colores llenan todo de luz y de alegría. Al haber tantas especies y colores, te recomendamos que elijas varias de ellas y las combines para dar un toque más original a tu jardín.

Geranio

Aunque se parecen mucho a los claveles porque sus pétalos también se arremolinan sobre el tallo, en el caso de los geranios estos se encuentran bien separados creando pequeñas agrupaciones de cuatro o cinco pétalos y confiriéndoles la vistosidad y la belleza que tanto las caracteriza.

Petunias

Son una de las flores de verano que más se cultivan en nuestro país ya que su periodo de floración va desde la primavera hasta el verano. Pero además, no necesita muchos cuidados para que nos obsequie con sus hermosas flores.

Lavanda

Esta planta florece entre la primavera y el verano, pero tiene su máximo esplendor en verano. Su belleza radica sobre todo en el color tan increíble y único de sus flores. Tanto es así que de hecho ese mismo color en cualquier otro lugar es denominado lavanda. Pero también son característicos sus tallos altos y sus pequeñas colonias de flores que rodean la punta como si fuera un bastón. Por su puesto, no podemos dejar de mencionar su agradable aroma.

Alegrías

Estas plantas florecen todo el año, pero es importante que en verano se encuentren en alguna zona en la que reciban suficiente luz del sol y al mismo tiempo puedan disfrutar de sombra, pues no resisten bien las temperaturas extremas. Un buen lugar para ellas es debajo de algún árbol o arbusto.

Rosa de Siria

Es un tipo de hibiscus que, cuando recibe los cuidados necesarios y se protege de las heladas, puede llegar a superar los dos metros de altura. Se caracteriza por sus grandes y elegantes flores. Pero además, sus diferentes variedades consiguen un contraste precioso, con tonos fuertes y pasteles.

Pensamientos

Esta planta de la familia de las violáceas resiste muy bien las bajas temperaturas del invierno y florece entre la primavera y el otoño. Ideales para decorar cualquier rincón de nuestro jardín, como por ejemplo los bancales. Es importante que estén situadas en un lugar donde no reciban la luz directa del sol y haya sombra, aunque en algunas ocasiones podemos verlas en zonas climáticas muy cálidas a pleno sol. Para un buen desarrollo, necesitan un terreno blando y bien mezclado con sustrato vegetal y agua frecuente durante el periodo de floración, pero evitando que la tierra quede inundada. Además, es recomendable salpicar las flores en las horas de máximo calor.

Todas estas plantas y flores que acabamos de menciones son ideales para un jardín en verano. Y lo mejor de todo es que no requieren de muchos cuidados. únicamente debemos prestar atención a la humedad de la tierra y al agua para que no se resequen. Además, si queremos que nuestras flores crezcan sanas y fuertes, es aconsejable añadir un poco de abono líquido cada dos semanas cuando vayamos a regalarlas.

Por último, ten en cuenta que si te vas a ir de vacaciones es necesario que reciban agua suficiente. Si no puedes dejarle encargada esta tarea a nadie, es conveniente que elijas un sistema de riego adecuado. Verás como al volver, tus plantas siguen tan bonitas como cuando las dejaste.

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