En invierno, debido a las condiciones climáticas, la mayoría de las plantas entran en periodo de hibernación, por lo que no requieren de tantos cuidados como en los meses de primavera o verano. Pero lo cierto es que tampoco debemos descuidarnos, ya que nuestro jardín puede ser atacado por numerosas plagas que pueden terminar por causarnos serios quebraderos de cabeza.

Por esta razón, para poder enfrentarnos a los insectos y hongos que hacen su aparición entre nuestras plantas en esta época del año, es muy importante saber cuáles son las plagas más habituales del invierno y cómo prevenirlas para que crezcan más fuertes y resistentes.

Las plagas de invierno suelen ser insectos que crecen bajo la tierra, como las larvas de chinche, sobre todo las larvas de chinche nebulosa, que se desarrollan entre las raíces de las plantas, alimentándose de ellas para sobrevivir. Si estás cuidando bien tus plantas y las notas algo desmejoradas, puede que estén siendo devoradas por estas temibles larvas. Lo que suele ocurrir sobre todo con las plantas tiernas florales y con las hortalizas. En estos casos es importante airear la tierra, ya que mueren con el frío.

Si ves agujeros profundos en un tronco, seguramente tu árbol ha sido atacado por orugas, larvas de mariposa o gusanos de coleópteros. Estas especies de gusanos y larvas son las plagas más peligrosas del invierno, ya que son capaces de acabar con el árbol si no ponemos remedio rápidamente. Una solución es aplicar una mezcla de paradiclorobenceno en forma de anillo alrededor del tronco.

plagas de invierno

Consejos para prevenir las plagas y hongos en invierno

En invierno, podemos llevar a cabo diversos tratamientos preventivos para evitar las plagas y los hongos. Para que nuestro jardín goce de buena salud, siempre es mejor prevenir que curar. Y es que las técnicas preventivas siempre son más efectivas que contar con todo un arsenal de productos.

  1. Preparar el suelo y abona

Es el momento de labrar, drenar y aportar abono orgánico al suelo para mejorar sus características. Además, ccolchar el suelo evitará que nuestras plantas sufran y crezcan más fuertes. Una de las mejores opciones es aplicar purín de ortigas, ya que ayuda a estimular el desarrollo de las plantas y a prevenir la araña roja y el mildiu. Podemos aplicaros directamente sobre el suelo y pulverizarlos en ramas, hojas y brotes. Además, es importante no hacer plantaciones my densas, dejando siempre suficiente espacio para que todas las plantas puedan ventilar correctamente.

También es el momento de aplicar abono a la tierra. Recuerda seguir las instrucciones del fabricante para añadir la cantidad justa en función del tipo de planta y del lugar en el que se encuentra ubicada. Ten en cuenta que un exceso de abonado, aunque sea orgánico, puede dar lugar a un exceso de nutrientes, lo que aumenta la susceptibilidad de las plantas a las plagas, especialmente a los pulgones.

  1. Regar

Obviamente, nuestras plantas no necesitan tanta agua en invierno como en verano. Por eso, es recomendable evitar los excesos. Es preferible regar con mayor frecuencia y con menos cantidad para que a la planta le dé tiempo a absorber el agua. De lo contrario, la humedad podría favorecer la proliferación de hongos.

  1. Aplicar aceite de parafina

Aplicar aceite de parafina en los árboles y arbustos de hoja caduca, tanto sobre el tronco como sobre las ramas. Este aceite forma una película sobre la madera, provocando la asfixia de los insectos que se encuentran debajo. Por ejemplo, mara a las cochinillas, a los huevos de los ácaros y de los pulgones, y las esporas de determinados hongos. Si no tienes aceite de parafina, siempre puedes hacer una mezcla de ceniza, arcilla y leche en polvo como sustituto.

  1. Podar

El invierno también es el momento de podar para adaptar la estructura de las plantas a nuestras necesidades. En este momento las plantas están en parada de su crecimiento vegetativo, lo que le da tiempo para cicatrizar sus heridas y prepararse para un crecimiento exuberante en primavera.

Pero es importante que lo hagamos con cuidado para evitar daños que, en muchos casos, pueden ser irreversibles o incluso causar la muerte de la planta. Debemos eliminar solamente las ramas secas, rotas, enfermas o gravemente atacadas por virus, insectos u hongos. Pero también los restos de podas mal realizadas, las ramas débiles que puedan robar nutrientes al resto y aquellas que se rocen unas con otras. Ten en cuenta que un árbol sano, al que únicamente se le eliminan ramas por motivos lógicos, será casi siempre un árbol hermoso y equilibrado.

  1. Potenciar la presencia de fauna beneficiosa

Aunque pueda resultar paradójico, introducir en tu jardín insectos como determinados tipos de arañas y mariquitas es muy beneficioso para tus plantas. Por ejemplo, en sus 18 meses de vida, una sola araña puede devorar alrededor de 2.000 insectos. En contraposición, es importante que vigiles la presencia de hormigas, ya que son la principal fuente de alimento de las colonias de pulgones.

  1. Asociación de plantas

La asociación de determinadas plantas o cultivos en el mismo lugar puede reportar efectos muy beneficiosos para ambas. Y es que algunas de ellas exudan sustancias a través de sus hojas raíces y tallos que ahuyentan a algunos insectos perjudiciales para nuestro jardín.

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