Con la llegada de la Navidad, son muchos los que esperan todo lo que estas fiestas traen consigo y que ha hecho que se hayan convertido en una de las celebraciones más populares de todo el planeta. Aunque antiguamente era una fiesta puramente religiosa, lo cierto es que cada vez están quedando más atrás estos elementos para convertirse en una fiesta en la que la alegría, la ilusión, la felicidad y los buenos propósitos son los verdaderos protagonistas. Todo ello rodeado de los nuestros y dispuestos en torno a la mesa para degustar las recetas navideñas más deliciosas.

Por supuesto, nunca faltan los elementos tradicionales de la decoración navideña. El Belén y el árbol de Navidad son imprescindibles, pero la Flor de Pascua también ha ido ganando terreno poco a poco y actualmente podemos verla decorando desde las calles y comercios a nuestros propios hogares. También conocida como poinsettia o pascuero, esta planta se ha convertido en un verdadero emblema navideño. Y no son pocas las personas que deciden cada año enviarla a sus seres queridos para felicitarles las fiestas y expresarles sus mejores deseos para el nuevo año. Llenándolo todo de alegría y de espíritu navideño con sus brillantes colores rojo y verde, tan característicos de estas fechas.

Flor de Pascua

Lo más curioso es que la Flor de Pascua no tiene su origen en Europa, sino en Centroamérica. Concretamente en México. Un país en el que esta planta ha tenido siempre un gran simbolismo, especialmente para la cultura azteca. De hecho, era ofrecida a las dioses como ofrenda y utilizada como remedio medicinal. Entonces, ¿cómo ha conseguido convertirse en uno de las mayores protagonistas de la decoración navideña en los hogares españoles?

Aunque no sabemos muy bien cuál es el origen de la Flor de Pascua concebida como flor de Navidad, lo cierto es que los monjes franciscanos que evangelizaron a la población de Taxco de Alarcón en el siglo XVI ya la utilizaban como elemento decorativo durante estas fechas.

No obstante, estos frailes, aunque las utilizaban en sus decoraciones navideñas, no fueron los que la popularizaron y la trajeron a Europa. El responsable de ello fue Joel Roberts Poinsett, que ocupó el puesto como embajador de los Estados Unidos en México entre 1825 y 1829. Además, estudiaba medicina y era un gran apasionado de la botánica, lo que le llevó a crear su propio invernadero en Greenville, Carolina del Sur. En uno de sus viajes a México se encontró con esta llamativa planta de hojas rojas que consiguió llamar su atención. Entonces, recogió unos esquejes para llevárselos a su invernadero a su regreso a Estados Unidos.

Se dice que Poinsett empezó a regalar esta planta a sus amigos en Navidad, cuando la planta se encuentra en su máximo esplendor. A sus amistades les gustó tanto la idea que la tradición comenzó a extnderse. Tanto en así que en 1991 en Estados Unidos se proclamó el Día de la Poinsettia, eligiendo como fecha el día de la muerte de Poinsett, el 12 de diciembre. Pero no solamente se extendió a Estados Unidos, sino que se convirtió en una tradición también en Europa. Gracias a Poinsett, hoy todas las casas, calles y comercios de nuestras ciudades se llenan con estas plantas en Navidad.

por eso, si este año quieres tener un detalle con tus seres queridos por Navidad, mándales una Flor de Pascua como manda la tradición. Pero si eres tú el que quieres decorar tu casa con ellas, a continuación te damos algunos consejos para que la cuides y se mantenga perfecta.

  • Temperatura: es muy importante que la planta esté en un lugar en el que la temperatura sea como mínimo de 10-12 grados y como máximo de 20-24 grados. Los ideal es que entre la noche y el día la temperatura oscile entre los 16 y los 22 grados. Ten en cuenta que en estas fechas solemos abusar de la calefacción y esto no es bueno para ellas, pues las hojas terminarán cayéndose.
  • Humedad: lo ideal es que la planta esté en un ambiente húmedo, ya que los ambientes resecos harán que las hojas se caigan.
  • Riego: es aconsejable un riego medio, en función de la temperatura de la habitación. Lo recomendable es que la riegues dos veces a la semana y estar pendiente de que la tierra esté siempre húmeda, pero sin excesos. Además, es aconsejable que no la riegues de manera directa, sino poner el agua en el plato. Dejar pasar entre 15 y 20 minutos y retirar el agua que la planta no haya absorbido.
  • Luz: busca un lugar de la casa en el que haya suficiente luz natural pero sin que los rayos incidan de forma directa.
  • Evitar las corrientes de aire: si notas que las hojas están caídas, puede tener que ver con las corrientes de aire, por lo que es importante que la coloques en un lugar donde esté más protegida.
  • Abono: durante la época de la floración se recomienda abonar la planta cada 15 días con un abono líquido para floración.
  • Mantenerla para el año siguiente: para que la planta se mantenga sana todo el año y vuelva a florecer la próxima Navidad, después de las fiestas debes dejarla más horas a oscuras. Es recomendable que además de la noche, pase entre 5 ó 6 horas diarias a oscuras. De esta forma, florecerá correctamente y tomará su color rojo característico.

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